Son demasiadas. Cuando las cajas de dvd’s, unas sobre otras, en torres precariamente equilibradas empiezan a acumularse; la lista de películas por ver en el cine ¡no deja de aumentar! y todas aquellas películas que supuestamente hay que «ver antes de morir» ya se han convertido en un número escalofriante; es hora de tomar una medida radical y ponerse, de una vez por todas, ¡al día!
Sin mayor pretensión que la de revisar ¡al fin! un dvd nunca antes visto de esas listas o visitar el cine más cercano y realizar seguidamente el comentario sobre ese visionado (a tono personal: ni excesivamente anecdótico o breve, ni tampoco un prentencioso ensayo escrito -evidentemente- en tan poco tiempo) es que se inicia este rincón totalmente subjetivo, que permita una necesaria flexión diaria de dedos y mente y aumente también un poco el número de entradas relacionadas al cine en «35 mm».
Sin fecha límite ni número determinado, las entradas seguirán hasta que diga ¡basta!, rompiendo mi propia regla autoimpuesta (¿porque no es para eso que están las reglas?)o simplemente complete el número de películas que me parezca suficiente.
Sin nada más que agregar, ya es hora de apretar PLAY.
# 1 «The Wild One» (1953) Director: Laslo Benedek.
En el inicio estaba Brando. El actor ícono del «Actor’s Studio», salió elegido para iniciar esta sección (y esta semana) con películas que protagonizó entre los años 50’s hasta los 90’s. Un verdadero camaleón, y realmente no es cliché: un motociclista rebelde, un verdadero revolucionario mexicano, un soldado nazi, el boxeador frustrado convertido en lider sindical, un alemán pacifista, un viejo ladrón de las altas esferas y el Sherriff de pueblo pequeño que se enfrenta al pueblo pequeño. Hasta el momento sólo había podido apreciar al famoso Brando en esas obras maestras indiscutidas: «El Padrino«, «Apocalipsis Ahora» y «El Ultimo Tango en París«. Y quizás es prudente no mencionar otras películas…
Una extraña advertencia, una especie de «based on a true story» que tanto gusta en Hollywood y en nuestra televisión local es el primer plano de la película. Esta advertencia está completamente distorsionada, pues la película se basa en hechos que ocurrieron en un pueblo de E.E.U.U., pero que nunca llegaron a la violencia (¿?) o a los horrores (¿?) que supuestamente esta película muestra. Curiosamente, leo por IMDB que la película tuvo calificación X en Gran Bretaña y estuvo prohibida durante 16 años.
Básicamente, la historia es: un grupo de motoqueros rebeldes llegan a un pequeño pueblo sin ley de Estados Unidos y durante un par de días producen destrozos hasta que llega la policía. Brando es el líder de los motociclistas y se enamora de una chica que atiende un Café de los años 50’s / Bar. ¿Se quedará con la chica, o volverá a su vida en la carretera?
Fuera de ser un vehículo totalmente hecho para Brando y nada más, la película tiene algunas cosas destacables, como ese notable voice over y texto recitado por Brando al inicio:
«It beggins here for me here in this road. How the whole mess happened I don’t know, but I know it couldn’t happen again in a million years. Maybe I could of stopped it early, but once the trouble was on its way, I was just goin’ with it.
Mostly I remember the girl. I can’t explain it – a sad chick like that, but somethin’ changed in me. She got to me, but that’s later anyway.
This is where it begins for me right on this road». Johnny, The Wild One
Probablemente la película fue realizada en algun set de un Western, arrendado por Columbia y transformado en este pueblo de los años 50’s.
El problema principal con la película es la absurda exageración de la terrorización del pueblo por los motociclistas. Mientras estos repiten entre sí la jerga del momento, unos cuantos «Daddy-Oh’s», «Jazzed-up!», «Jive Cool!» «Are you chicken?» entre otras, es imposible no reírse. Y que decir con sus actividades tan lúdicas:
El tema del «trofeo» entre la chica virginal del pueblo y el personaje de Johnny, es bastante evidente, y los diálogos donde ella resalta esta situación (el de entregársele o no a Brando…), son numerosos y bastante divertidos:
«It’s important to you, You don’t give it away… something like that, unless…you knew a girl …and you like her…»
«I’ve never ridden in a motorcycle before..It’s fast…It scared me…But I forgot everything . It felt good. Is that what you do?»
Una vez terminada la nostalgia, las chaquetas de cuero, la música y algunos momentos de excelente fotografía, finalmente la paranoia sensacionalista en que lamentablemente se basa la película, se diluye en nada, como un antecedente de un capítulo de la serie COPS o el propio 133 que transmite de Megavisión. Particularmente cuando en esos programas el narrador nos dice una y otra vez «Está fuera de control» y sin embargo, a nosotros nos parece que la manipulación de las imágenes se asoma claramente por la esquina de una calle oscura, una calle llena de motociclistas chasqueando sus dedos y saltando en pogo .
ESTA SEMANA:
- U.P.A.D.#1 «The Wild One» (1953), lunes 16 de marzo
- U.P.A.D.#2 «Viva Zapata!» (1952), martes 17 de marzo
- U.P.A.D.#3 «The Young Lions» (1958), miércoles 18 de marzo
- U.P.A.D.#4 «On the Waterfront» (1954), jueves 19 de marzo
- U.P.A.D.#5 «Morituri» (1965), viernes 20 de marzo
- U.P.A.D.#6 «The Score»(2001), sábado 21 de marzo
- U.P.A.D.#7 «The Chase» (1966), domingo 22 de marzo