Los hijos de John Hughes
[ por: Andrés Daly ]
La primera ceremonia de los Oscars que habré visto realmente completa por televisión tiene que haber sido la del 91’, cuando yo estaba entrando a séptimo básico en Chile: un país al que acababa de llegar y del que no sabía casi nada, ni conocía a nadie. Los desesperantes “es un chiste local” que un perdido animador local repetía constantemente sobre el audio original, haciendo absolutamente imposible entender de qué carajos se estaba riendo un auditorio completo (y una extensa parte del mundo que puede interpretar el idioma inglés), los repetitivos “eh…esa película aún no ha llegado acá”, el absurdo relleno frente al extenso desfile de películas en pantalla que llegaban con meses y años de atraso a esta parte del mundo –y que siguen llegando así- me hacia imaginar a estas latas de celuloide viajando desde distintos lugares del mundo en alforjas de cuero sobre caballos, barcos a vapor, trenes a carbón y otros métodos de siglos pasados con el mismo destino, escrito rudimentariamente sobre el contenedor metálico: CHILE. Un programa de televisión para cinéfilos convertido en pequeña tortura con ese doblaje, pero que permitía al menos (¡bendito sea hoy el SAP!) ser un espectador de un rito sobre y para el cine – independiente de que tan comerciales, subjetivos e injustos son estos premios por lo general- que se viene practicando casi ininterrumpidamente desde 1929.
Uno de los pocos segmentos que producen algo de emoción son los montajes. Sobre todo, el titulado “In Memoriam” dedicado a los actores, directores, técnicos, escritores y productores que dejaron este mundo el año anterior a la realización de cada ceremonia. En los Oscars del 2009 hubo un montaje especial, aparte del regular, dedicado por entero sólo a un escritor y director: John Hughes. Fue uno de los momentos que se convierten en hitos históricos de este programa de televisión: siete actores se suben al escenario y le rinden un sentido tributo al hombre que los hizo familiares, que iluminó la pantalla con sus rostros y les dió gentilmente las notables palabras que salieron de sus bocas. Palabras que él había escrito, como acostumbraba, en largos frenesís nocturnos encerrado en su casa. Un hombre silencioso y algo retraído que los había apadrinado durante su adolescencia y que los había mostrado, muy feliz, al mundo.
Hughes habría cumplido 61 años ayer y como no quiero extenderme más, pues cada una de sus películas merecen un texto aparte –para un futuro Dossier por ejemplo- acá va una pequeña galería de fotografías detrás de una de las películas con las que tantos adolescentes se identificaron –y me incluyo, y creo que a la desaparecidísima Olivia S. Lauriani también – durante la decada de los 80’s y 90’s: “El Club de los Cinco” (The Breakfast Club, 1985). Con un oído privilegiado, sensibilidad y sentido cómico afilado, demostraba una habilidad para delinear personajes que le hablaban internamente a tantos seres humanos que buscaban saber en ese momento quién eran, que piensan y que quieren. Hughes, escudado en una apartente comedia liviana de cinco chicos encerrados por ocho horas dentro de una biblioteca durante un sábado, lograba hacerte reír y emocionarte profundamente. Eso, si tú se lo permitías.
Los siete actores que subieron al escenario para recordarlo fueron: Jon Cryer (por “Pretty in Pink”, que hoy es bastante popular en “Two and a Half Men”), Mathew Broderick (por la exquisita y otra de mis favoritas, “El día libre de Ferris Bueller”), Ally Sheedy y Judd Nelson (por “El Club de los Cinco”), Anthony Michael Hall (por “Weird Science”, “Sixteen Candles” y “The Breakfast Club”), Macaulay Culkin (por “Uncle Buck”, “Home Alone” y “Home Alone 2”) y Molly Ringwald, la actriz más cercana a Hughes y con quien trabajó tres veces durante su carrera protagonizando «Sixteen Candles», «Pretty in Pink» y apareciendo también en «The Breakfast Club». Una pelirroja que curiosamente también estuvo de cumpleaños ayer (sopló 43 velas), al igual que el director al que consideró como un padre.
Un padre que súbita, extraña y lamentablemente desapareció mucho tiempo antes de morir.
P.D. La próxima semana en esta sección, un actor estuvo en el lugar y tiempo perfecto para sacar una serie de fotografías notables.
Hughes con los actores durante el rodaje
Molly Ringwald / Anthony Michael Hall
John Hughes (1950-2009)
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