Far out, man!
[ por: Andrés Daly ]
Pocas veces he sentido tanta envidia en mi vida. Basta mirar las caras de atónita felicidad del medio millón de asistentes a este evento histórico ocurrido en mediados de agosto de 1969, escuchar apenas un par de canciones para maravillarse y hojear la lista con el resto de los artistas –todos en su mejor momento- que se presentaron en los casi cuatro días del Festival para desarrollar -paradójicamente a la consigna de paz del evento- las ganas de estrangular a uno de esos muy suertudos y hippies adolescentes. ¡Que impresionante!: Jefferson Airplane, Canned Heat, The Band, Richie Havens, The Who, Janis Joplin, Joan Baez, Santana, Joe Cocker, Mountain, Grateful Dead, Creedence Clearwater Revival, Crosby Stills Nash & Young, Jimi Hendrix…entre otros.
Epico documental dirigido por Michael Wadleigh con una duración de casi tres horas –en esta versión- y que comienza con los preparativos del Festival, con entrevistas a la gente residente de los alrededores de la granja de Bethel, Nueva York, donde se realizó el evento, a sus organizadores (que viven en una realidad paralela y no tienen ningún tipo de preocupación monetaria al convertir la asistencia del festival a una instancia totalmente gratuita en vez de pagada. Woodstock 1969 fue un fracaso económico), la instalación del escenario y los equipos, y la llegada masiva de hordas de adolescentes y no tan adolescentes al lugar.
‘Eight months before the event, I had a dream. I was on a stage looking out at a sea of people, and I knew that was coming. I didn’t have the specifics of it, but I had the end results. I just followed that.’ – Michael Lang (Productor de Woodstock 1969)
Richie Havens da inicio a la música de forma brillante y desde ahí esto no se detiene. Ni con viento o con lluvia y menos con el famoso lodo, que termina convertido mas bien en recreación entre actos. El documental es un registro perfecto no sólo de una cumbre única de la música, de este mágico momento creativo, sino que de las ilusiones y la fuerza de cambio de un fuerte movimiento cultural e idealista que estaba movilizándose en la sociedad norteamericana y que buscaba oponerse a la violencia, a la guerra, a conseguir el diálogo social y evitar la simple continuidad de lo que sus padres y abuelos habían desarrollado en EE.UU.: una sociedad donde sus individuos componentes viven desconectados, centrados en el consumo, idiotizados por los medios (especialmente la TV), distantes, violentos y como siempre, intervencionistas en el resto del mundo. Pero los sueños de esta generación de paz y amor libre ¿finalmente se cumplieron? o ¿sólo quedaron en la ilusión?. Independiente de esto, es una generación que efectivamente contiene ideales, cosa que otras no pueden decir –ahí tenemos a los 80’s con los malditos y frívolos yuppies para espantarnos y a todos los que los siguieron hoy día- y al final, aquí es la música la que habla por sí sola y expresa las inquietudes.
Editado en un formato bastante original, aprovechando las multicámaras para realizar unos split screens inspirados (Martin Scorsese estuvo dentro del equipo de montaje), ya es obligatorio sentarse a afinar las orejas a ver este mega concierto, y aquí que mejor que escuchar y ver algunos fragmentos del documental en vez de seguir escribiendo y leyendo palabras imprecisas que no le pueden hacer justicia. Sube el volumen y apreta play.
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