Ok. Vimos a Spielberg en los 80’s siendo seguido en su día a día por un equipo de televisión japonesa, acá lo tenemos varios años después, en sus oficinas de su productora Amblin (instalada en una especie de rancho o «hacienda», similar a los deseos campestres de su viejo amigo George) en una posición bastante distinta. Algo más calma. Tratando de equilibrar la balanza de su vida personal y la profesional, Spielberg conversa con Norman de forma bastante sincera -eso incluye algunas palabras para sus detractores y su postura frente a las premiaciones, que hasta ese momento lo eluden- dándole un tour por su lugar de trabajo al inglés, ya al final de la entrevista.
PD. Ese chaleco, Spielberg, ¡por Dioh!.