En los años recientes la tecnología, cada vez más móvil y táctil, parece estar inclinándose, con mayor fuerza que nunca, a ser soportada en una estructura que dista bastante de los pequeños y gigantes smartphones hambrientos de wi-fi, las delgadas tablets y los cada vez más vetustos computadores de escritorio: el cuerpo humano. Mientras los fanáticos de Apple esperan ansiosos sentir los suaves toques que su preciado iWatch les dará en sus muñecas –cuando les llegue un arcaico mensaje recordándoles pagar la cuenta del teléfono- y los fanáticos del cine exigen el cumplimiento de las profecías de “Volver al Futuro II” con las zapatillas iluminadas y autoajustables de Nike (que la empresa ya prometió revelar este 2015, año que representa el futuro en el largometraje de 1989), una empresa londinense lleva un tiempo investigando las articulaciones entre los medios físicos y los digitales, en el espacio de la moda y la tecnología wearable: tecnología que es utilizable igual que una prenda, sin embargo, posicionada mucho más cerca del arte que de la funcionalidad.
Una compañía de moda y tecnología que crea y diseña experiencias interactivas que se pueden llevar con uno, definidas en los cruces entre los medios físicos y digitales.
Así se define Studio XO, la empresa detrás de estas creaciones. Nancy Tilbury, co fundadora del estudio, participa en la última colaboración de su estudio con otro creador, en este caso, con el vodka Absolut y su serie “Absolut Nights”, un conjunto de intervenciones performáticas, lideradas por diferentes artistas, que buscan redescubrir las noches de diversión. Mira la experiencia “Techno Couture”, realizada en una singular fiesta en Berlín, en el siguiente video:
El proyecto de Studio XO para Absolut es una serie de vestidos conformados por figuras geométricas triangulares y duras que se convierten, súbitamente, en emisores de rayos láser. Una fiesta móvil, vestible, powered by humans.
La empresa de diseño realiza colaboraciones para diferentes encargos y artistas, como el que realizó para Lady Gaga, ícono de la moda pop, con un vestido-dron-gigante-levitante llamado “Volantis” (bastante ruidoso en la vida real, como suele ocurrir con los drones) y que la extrovertida cantante “vistió” el año pasado volando sobre un escenario.
Cabe destacar otro proyecto de la empresa inglesa que, como su vestido “Bubbles”, ropa que se iluminaba de forma diferentes según las emociones de su usuario al contacto con su piel, relacionan tecnología, elementos vestibles y emocionalidad. En The Saatchi & Saatchi New Director’s Showcase (2014) se presentó XOX, un proyecto donde la audiencia “vistió” un brazalete que fue recogiendo sus emociones y proyectándolas en vivos, como datos coloridos, a los extremos de una pantalla donde se exhibía material de directores noveles: Feel the Reel. Una idea interesante aunque algo escalofriante de explorar: la captura de la emocionalidad real de una audiencia, registrada electrónicamente y que expresaría con mayor precisión –en el futuro probablemente, con la mejora de la tecnología- cual es su respuesta real ante un material audiovisual.