Temporada 12, Episodio 3
Es curioso este año. Dos series que llevo ¡veinte años viendo! (dios mío, que espanto) tienen nuevas temporadas que comenzaron hace unas semanas a exhibirse y que muy seguramente serán sus últimas.
La primera serie es la tercera parte de una serie antológica sobre diversas ramas militares estadounidenses y los hombres que las conformaron, que sufrieron el horror de la Segunda Guerra Mundial desde escenarios muy diferentes. Cinematográficas a mas no poder, las primeras dos temporadas fueron producidas por HBO: la espectacular y muy emotiva “Band of Brothers” (2001) y la brutal y sangrienta “The Pacific” (2010). Este año la tercera parte se llama “Masters of the Air” (2024), que continúa la saga de estos soldados, con nuevos personajes y en otra área, los bombarderos, esta vez producida por Apple TV. Las tres son producidas por el mismo estudio y equipo de producción, bajo la mirada de Steven Spielberg y Tom Hanks, que desde que hicieron juntos “Rescatando al Soldado Ryan” se propusieron generar todo este material. La segunda serie es “Curb your Enthusiasm” (que se puede traducir como “No te entusiasmes tanto”), una de las series de comedia más originales que se hayan producido jamás y que culmina con esta, su doceava temporada, todas muy dispersas en el tiempo, partiendo la primera de ellas en el año 2000.
Qué es Curb your Enthusiasm
Curb trata sobre las absurdas desventuras de Larry David, el humorista, guionista y co creador de Seinfeld, que hace una versión extrema (o quizás no tan extrema) de sí mismo. Si no has podido verla y te preguntas que diablos es Seinfeld, pues es nada menos que la mejor sitcom de la historia para el gusto de quien escribe. Lo siento, fanáticos de “The Office” y “Friends”. Seinfeld es un universo que parte siendo bastante clásico, casi inofensivo, hasta transformarse en un mundo muy divertido y despiadado, plagado de humor negro que ha resistido muy bien el paso del tiempo. Sus personajes no son bondadosos, no aprenden lecciones, no ayudan al prójimo, no son tiernos ni se enamoran, no hacen nada bueno por la humanidad más que velar por sus egoístas y dementes intereses, mientras critican sin piedad a la sociedad en la que viven. Curb, como viene de la misma mente, no puede ser tan distinta. La gran diferencia con Seinfeld, aparte de la mayor libertad que tiene para hacer bromas más osadas dado por su época como por la plataforma que la sostiene, es que Curb no tiene diálogos escritos: todo es improvisación bajo una escueta guía que les indica a los actores que hitos deberían de pasar en una escena, pero que no determina que frases salen de sus labios. Una genialidad.
Richie Boy
El tercer capitulo de la nueva temporada de Curb tiene a Larry en uno de sus ambientes favoritos: el Club de Golf del señor Takahashi, mientras, como es normal en los episodios de esta serie, varias lineas argumentales que parecen completamente aleatorias se van entrelazando, todas dirigidas inexplicablemente a un final coherente. En este episodio estas son: a) Larry es acusado de robar clases de golf sin pagar (por lo que el señor Takahashi amenaza con expulsarlo, nada nuevo) b) Los testículos de Leon, el amigo de Larry que se quedó a vivir permanentemente con él desde la temporada 5, se pueden ver a través de sus shorts y eso puede ser usado como ventaja por Larry para salir de varias situaciones que lo complican. c) Susie, la esposa del manager y gran amigo de Larry, recibe un perro de cumpleaños por Ted y Cheryl (hoy los grandes némesis de Larry) mientras hay un coyote rondando el área donde viven y e) Una vecina del hermanastro del siempre extrañado amigo Marty Funkhouser (Freddy Funkhouser, interpretado por Vince Vaughn) necesita un donante de semen -pero que tenga sexo con ella- pues quiere quedar embarazada y su marido no puede ayudarla. Ahora mismo, escribiendo todo esto, me parece una locura que David pueda unir todos estos elementos.
Al mismo tiempo, la serie esta jugando con el espectador con tres cosas que parecen ser parte del arco general, pero que iremos viendo como se desarrollan en los episodios siguientes: a) Larry David se ha convertido en un héroe social, bendecido por primera vez con el amor popular, todo por haber dado una botella de agua a una mujer que estaba esperando en una cola de votación (algo que esta prohibido en el estado de Georgia, un hecho real francamente alucinante) y aprovecha su nueva popularidad mientras arriesga el ir a la cárcel por quebrar esta ley, algo que, para que los que vimos Seinfeld, no es un dato menor. b) David quiere deshacerse de su actual y desagradable pareja, pero como esta tiene un problema de salud, esta esperando el momento propicio para hacer su jugada. c) El querido Richard Lewis parece estar mal también de salud (algo que le está pasando en la realidad a Richard Lewis, el actor que hace de esta versión extrema o no tan extrema de si mismo, pues tiene Parkinson y es el mejor amigo en la vida real y en la serie de Larry) y quiere dejar a David en su testamento, sin embargo éste no lo deja.
¡Como no tener flashbacks a “Cisne Negro”! (Temporada 7, Episodio 7) uno de los episodios más delirantes de la serie, viendo algunos momentos de este episodio con el señor Takahashi. Creo que, en el fondo, esta temporada está jugando bastante a complacer a sus seguidores, al visitar algunos grandes momentos del pasado pero reinterpretándolos.
El capítulo anterior tenía, por ejemplo, una referencia directa a “La Muñeca” (Temporada 2, Episodio 7), episodio memorable donde Larry y Jeff debían reponer la cabeza de una muñeca (la frase “Where’s the fuckin head!” con Susie Greene gritando a todo pulmón, está grabada permanentemente en mi cerebro). En el nuevo episodio, el mismo dúo -siempre inoperante para salirse con la suya- tuvo que reponer una figura diferente, nuevamente bajo la mirada violenta de Susie Greene, incluso con la misma música de «La Muñeca».
Curb es una comedia que no le interesa la risa fácil. No hay risas grabadas como en muchas sitcom, como por ejemplo “The Big Bang Theory» que insistentemente le dice al espectador que cada frase que expulsan sus protagonistas, en cada minuto, son siempre muy, pero muy divertidas (y no lo son) y loa actores deben hacer pausas mientras la audiencia se ríe. No, Curb es una olla a presión que se alimenta de las convenciones y normas sociales que David y su grupo de amigos cumplen o transgreden sin ninguna vergüenza. Cada episodio comienza con momentos inconexos que parecen todos inofensivos, simples observaciones que todos podemos hacer en la vida. Nada es, realmente, ni tan fantástico ni tan especial. Pero estos detalles se van sumando, en una lenta y extraña avalancha, con conexiones y críticas sociales que siempre sorprenden. Por lo general, todo va a terminar explotándole en el rostro a nuestro egoísta y desubicado protagonista. Es que para que estamos con cosas, Larry David se lo merece.
Curb your Enthusiasm se está emitiendo todos los domingos por MAX (HBO).