Allá por el 2011 conversabas con nosotros sobre el estreno de tu primer largometraje. ¿Qué significa para ti hoy “Mejor no Fumes”, tu primera película, ahora que estás estrenando la segunda, «Fiesta Falsa»?
“Mejor no Fumes” fue un ejercicio. Yo tenía un guión armado, se lo presenté al equipo. Fue un ejercicio, como decir ¡a ver que sale con esto!. A la película le fue medianamente bien, no fue un exitazo, no rompimos charts tampoco. Pero nos dio confianza. La confianza no abunda en el creador tampoco. A veces hay que armarse de coraje para seguir con una idea y escuchar malos comentarios de esa idea.
Eso ayudó. “Mejor no Fumes” ayudó. Me dio la fuerza para poder escribir y hacer la segunda película.
Sembraste algo ahí, lo dejaste fuera y la gente lo ve. Vas construyendo sobre eso, vas sumando de a poco…
Claro, eso es. Te van creyendo más. Te da confianza a ti, en hacer una tercera, una cuarta película.
¿Cómo han sido los procesos de guión, rodaje y exhibición de tus películas?
Los procesos son diferentes. Son diferentes pulsaciones para cada proceso.
El guión yo lo escribo solo en mi pieza. Ahora estoy solo también, presentando la película en La Serena. Empecé y terminé solo. Me vine así a La Serena: me hice un harakiri y quería venir solo.
El rodaje es otro proceso, super colectivo, amigable. De escuchar al otro, de percibir, de mucho feedback y de crecimiento también.
La etapa de exhibición, de festivales y viajes es increíble porque el equipo se va apretando. Siempre hago una analogía de esto con una banda de rock. El cine garage sale de gira. A mí me gusta mucho la música y lo linkeo todo a la música, en mi vida y en mis películas. Salir de gira con la banda es increíble.
Tus dos películas son escritas por ti. ¿Cómo nacen los guiones?
Escribo de lo que conozco. Critico mucho el estereotipo latinoamericano que se ha hecho de las películas, ahora último. Se hacen películas para calzar en un festival. A mí eso no me gusta, no me parece que sea medianamente sincero.
Yo no conozco ni he estado en barrios bajos, no conozco esos lugares. No podría hablar desde ahí, no podría escribir la historia de un delincuente, por ejemplo, no lo sé. Sin que suene arrogante: es la verdad nomás. Hablo de música, de relaciones de pareja, de amigos y reencuentros. Es lo que conozco y lo que medianamente me sale bien.
¿Como vas integrando los distintos espacios que va recorriendo el personaje? Esto te lo pregunto, por ejemplo, a partir de la piscina que sale en tu película.
Puse el agua como lo estancado y lo natural. El agua estancada de la piscina y el agua natural, del mar. Asi nació la idea de la piscina y desde ahí buscamos una piscina que fuera cinematográfica, que fuera bonita estructuralmente.
La Universidad nació de forma casi azarosa. Quería que el protagonista fuera un profesor de comunicación y no se pudiera comunicar. Fue como una pequeña trampita.
Como me dijo en Lima un periodista una vez, el personaje es un pez que estaba en el acuario, que es la piscina, que para poder sobrevivir tiene que tomar mucha agua; puede ser como una potomanía psicológica que tiene el personaje también.
Al final –¡spoiler!- el personaje queda libre en su ambiente natural, que es el mar.
¿Hacia donde te gustaría ir Daniel? ¿Cómo te ves contando historias de aquí a unos años mas?
Uf… No sé, seguir haciendo peliculas hablando de las cosas que me interesan. Eso. Esta película tuvo una gira bastante larga. Hace 18 minutos terminó de proyectarse en La Serena, su última presentación. Quedó en Lima, estuvimos en Mar del Plata, en Montevideo. Eso para mí fue fascinante…hablaban de un personaje, pero que podía ser latinoamericano. Hablar de tu plaza puede ser, también, representar el mundo. Lo típico que se dice.
Para mí, ambas son películas que, mas que contener acciones, son de sensaciones.
¿Pero te imaginas contando más historias en Valparaíso, por ejemplo?
Eso sí que no, ¡no!. Es que quedé saturado del apellido porteño. Creo que cuando se ponen trincheras en las artes…
¿…etiquetas?
No, porque son más como trincheras. En vez de disparar al frente te terminas disparando entre compañeros. La tercera película no va a ser en Valparaíso, voy a cambiar de locación. En “Fiesta Falsa” hay solo dos planos de Valparaíso, en los que te das cuenta que es Valparaíso. Si hubiera puesto veinte planos quizás hubiera quedado en Berlin.
[Risas]
Una chica que vino a ver la película me dijo que mientras la miraba estaba buscando los bares que salen en la película, pero en Santiago. Pensaba que eran los que ella visitaba allá. Cuando salen esos dos planos, como a la hora de la película, ahí se dio cuenta que la película ocurría en Valparaíso. Eso me gustó. No tenía idea que era una “película porteña”, por decirlo de alguna manera.
Hablemos del cine que ves. ¿Qué te gusta de los directores que sigues? Aparte de que cuenten las historias a través de ciertos personajes por ejemplo, o del lenguaje de la cámara, el uso de ciertas locaciones…
Rohmer me gusta, tiene un poco de todo eso. Rohmer generalmente tiene personajes femeninos: ¡ahí se ven los maestros!.
¿Tú crees que más adelante tendrás una protagonista femenina?
Me gustaría pero ahora no estoy preparado. En dos películas más [Risas], es que hablo desde mucho la masculinidad, hablo desde ahí: desde mí.
Rohmer es un cineasta romántico, me encanta ese cine. Me gusta el cine romántico, en general. Tiene muchos planos fijos y corte directo, que también me gusta. Woody Allen tomó algo de eso en sus películas. Hitchcock… como maneja la cámara, es un maestro. Creo que el es el único, de los cineastas, que puede mover la cámara. Como base cinéfila, es increíble.
Cameron Crowe es un referente muy grande para mí. Me gusta como integra la música; bueno, el puede poner a Bob Dylan, Paul McCartney, yo no. Yo tengo a mi hermano.
Me gusta Cameron Crowe… ¿Pero te gusta esa pelicula infame que hizo con Orlando Bloom? ¿La de las zapatillas?
Sí, me gusta.
¿Te gustó? ¡No!
Pero no es mi preferida.
No, ¡es la peor que ha hecho!
Si, es la peor que ha hecho, pero me gusta igual. La escena cuando toca una canción de Lynyrd Skynyrd me encanta.
Le perdonas mucho a Cameron Crowe, yo creo.
Es que al final pasa eso, cuando te haces fan de un director le perdonas todo. ¡Es el síndrome Maradona! [Risas]
Es verdad. Yo soy fan de De Palma, le perdono y disfruto todas sus excentricidades.
Claro. También me gusta Richard Linklater, que es uno de los grandes directores contemporáneos. Fue creciendo de a poco. Boyhood me voló la cabeza. Es un maestro.
Aún no la he visto, ¡no me cuentes nada!. ¿Y del cine chileno actual o clásico que te gusta?
Me gusta Matías Bize. Alberto Fuguet, obviamente, porque profesamos la misma religión del cine garage.
De las clásicas, cuando me dije wow se puede hacer buen cine en Chile, fue cuando vi “La Frontera” de Ricardo Larraín. Es mi película clásica chilena favorita.
Es fantástica.
Me encanta, siempre está en el plano del personaje.
En Fiesta Falsa nuevamente trabajas con tu hermano, Diego Peralta, que hace el soundtrack. ¿Cómo ha sido trabajar con él en ambas películas?.
Con “Mejor no Fumes” cumplimos nuestro sueño juntos. Yo dirigí y él hizo el soundtrack. Trabajar en la segunda película fue como un proceso natural. El tiene que hacer la música sí o sí. Es como de cajón.
Hemos conversado antes de que realizas las películas con amigos, gente en la que confías mucho y con la que ya tienes una excelente comunicación, como con Tomás Verdejo, el actor que da vida a los dos protagonistas. Cuéntanos un poco sobre este cine, hecho a partir de la confianza, de la amistad.
No creo en el cine lucrativo. No creo que alguien pueda vivir del cine, partamos de eso. Cuando alguien hace una película para ganar plata o quedar en un festival – que es válido, no digo que no lo sea – no sé… al final yo considero que esto es una pieza artística. Yo trabajo en otra cosa, trabajo en un canal de televisión. Las películas las solvento desde ahí.
Tu película se estrena mañana, 11 de diciembre a las 22:00 hrs, en internet (en www.fiestafalsa.cl y www.danielperalta.cl). ¿Qué opinas del cine legal y abierto, online, cosa que también hace Fuguet?
Es la nueva forma de ver cine. Eso se linkea a lo que hemos conversado. Si gastáramos mucho dinero por estrenarla en Cinemark, irían dos personas. Dos personas. Te lo aseguro. Iría a fracaso, obviamente. Y no es que no haya público para ver “Fiesta Falsa”. Es que su público no esta ahí haciendo la fila comiendo palomitas. Esta en otros lados. Está en internet. Está en un teléfono. O como yo, en este Hostal ahora, en un iPad conectado a internet. El espectador moderno esta ahí, que es a quien está orientada la película.
¿Cómo describirías “Fiesta Falsa”?
Yo la describo igual que mi anterior película, como un “drama romático sin besos”. Me gusta llegar antes o despues. Considero que un diálogo o una mirada es mucho mas importante que un beso, en ese sentido.
Es una película independiente, hecha entre amigos, de un personaje conflictuado, que tiene que creer en él primero para posteriormente creer en los demás, para que los demás puedan ayudarlo, podría decirse, a salvarse.
Es una película de amistad, de reencuentros y de una forma de vivir también. Es como uno quiere vivir.
¿Qué es el Cine Garage?
Cine Garage es un cine instantáneo, un cine independiente hecho con amigos, que puede quedar en festivales, pero que no esta hecho para festivales. Son películas de personajes, intimistas, donde lo más importante es lo que de lo que piensa el personaje, el ritmo.
Lo más importante es el departamento del personaje y aquí voy a lo que tú eres, un arquitecto. A mí me interesa mucho la pieza, la habitación del personaje, y el exterior –en este caso Valparaíso- se ve desde la ventana del personaje, desde dentro. Es al revés, desde el departamento hacia fuera. Mis dos películas tienen eso. Y a veces la ventana está sucia.