La quintaesencia de la vida
Largometraje de ficción (114 minutos) dirigido y protagonizado por Ben Stiller. Cuenta la historia de Walter Mitty, un hombre que tiene una vida rutinaria, como la mayoría de los citadinos postmodernos, pero con una particularidad, de vez en vez, en medio de cualquier actividad, Mitty vive grandes aventuras en su cabeza, se paraliza y sueña con lo que le gustaría experimentar.
El título original de la realización es «The Secret Life of Walter Mitty» (La vida secreta de Walter Mitty) y como su nombre lo indica, Mitty tiene una vida secreta, pero solo en sus sueños, sin embargo, ésta se convierte en realidad cuando dos factores confluyen a su favor, el amor por una compañera de trabajo y la amenaza de su desempleo, los que finalmente se transforman en un empujón para concretar sus sueños.
Walter Mitty trabaja en la revista Life, la que se encuentra pronta a cerrar su publicación en papel, y para esto el protagonista, quien está encargado de los negativos de las fotografías, debe hacerse cargo de la imagen que será la última portada de Life, sin embargo, nada es tan simple y la fotografía se pierde; aparentemente el fotógrafo Sean O´Connell, interpretado por Sean Penn, no la envía. Ante esta situación Mitty se interna en una aventura digna de sus ensoñaciones.
Finalmente la imagen perdida en el film, que el fotógrafo Sean O´Connel describe como la quintaesencia de la vida, dirigen al protagonista y a los espectadores a reflexionar sobre cuál es la real esencia de la existencia.
Se trata de una comedia dramática difícil de encasillar, que resulta encantadora, pero que a momentos distrae e incluso se encuentra al filo de convertirse en una comedia inverosímil, con escenas de parodias que desconectan al espectador de la historia y argumento del largometraje. Pese a esto la realización, con una fotografía impecable de paisajes maravillosos como los de Islandia y Groenlandia, hace que el sueño que vive el protagonista se pueda sentir a través del desarrollo de la película y con esto atrapa al espectador.
Se trata de la historia de “un personaje sobre el que todos pueden sentirse identificado”, según las palabras del realizador del film. Después de todo, qué habitante de una gran ciudad no se ha sentido preso de la rutina.