Una muerte por otra
[ por: Andrés Daly ]
En la vorágine de la llegada de marzo, y de los varios proyectos que brillan y rodean este mes como asteroides en flamas, este proyecto de Una película al día al que le queda un largo camino aún, se pone bastante difícil. Pero siempre queda algo de tiempo –en altas horas de la madrugada, la cabeza inclinándose sobre el teclado y el último café de la jornada al lado- para dejar unas pocas palabras sobre la última película de dos grandes directores: los hermanos Joel y Ethan Coen.
“Temple de Acero” (True Grit) es un agradable western con todas sus letras bien puestas. Planos panorámicos, presentes. El héroe rudo, sin modales, pero de buen corazón, presente. Un pueblo miserable en la mitad de la nada donde puedes morir en cualquier momento por un par de monedas y un viejo caballo, claro que sí, presente. Esto es cine de género, con todos los elementos esperables de él, donde se narra de forma simple y directa una muy simple y buena historia. Y por primera vez en el cine de estos directores, la protagonista es una niña: Mattie Ross (Hailee Steinfeld, realmente perfecta).
Mattie Ross
You must pay for everything in this world, one way and another. There is nothing free except the grace of God.
Huérfana de padre después de su asesinato en manos de un misterioso y y escurridizo ladrón llamado Tom Chaney (Josh Brolin), Mattie incendia la trama con el más manido pero más querido recurso –pues quién no lo disfruta, a mi personalmente me encanta- llamado venganza. Decidida a tomar justicia -un concepto relativo en su tiempo- en sus manos y completamente dueña de su destino a pesar de su corta edad, la niña quiere contratar con el dinero que recupera de su fallecido padre al hombre que ella considera, en su mente al menos, como el único y perfecto verdugo de Tom Chaney: el sheriff Rooster Cogburn. Interpretado por el cada vez más insuperable actor y fotógrafo Jeff Bridges (Alabado sea por siempre ¡The Dude! Amén), Cogburn es un viejo alcóholico de un solo ojo, gordo, bueno con la pistola y rápido para enviar a la tumba a sus enemigos. Varios enemigos. Mattie, una negociadora nata, debe intentará convencer a Cogburn de tomar este trabajo y que ella puede acompañarlo en el viaje valiéndose por sí misma, lo que prueba en una escena maravillosa en un río.
Rooster Cogburn
We’ll sleep here and follow in the morning.
Mattie Ross
But we promised to bury the poor soul inside!
Rooster Cogburn
Ground’s too hard. Them men wanted a decent burial, they should have got themselves killed in summer.
Aceptado el negocio, Mattie y Cogburn emprenden el viaje por un territorio solitario de bosques, montañas y amplios campos junto a un tercer integrante: LaBeouf (Matt Damon, no Shia), un santurrón Texas Ranger que quiere capturar vivo a Chaney por otro crimen. Y aquí es cuando este recorrido toma un camino memorable donde los tres compañeros buscan cumplir sus intereses, se miden, se enfrentan, se quiebran y se recomponen. Todo en un paisaje del viejo oeste donde la muerte de un asesino en manos de una niña – con una linda sonrisa – no sólo podría significar el fin de una inocencia que ya está realmente casi perdida, sino que la verdadera demostración de entrega y “heroísmo” (esa palabra tan manoseada el último año en Chile) de los hombres toscos, silenciosos, corajudos y violentos, como Rooster Cogburn.
Para ver en cines con una buena pantalla frente a tus ojos y disfrutar de la alucinante fotografía de Roger Deakins, el mismo cinematógrafo detrás de la bellísima «El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford», «Sueños de Fuga», «Fargo», «La Aldea» y «Casa de Arena y Niebla».
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