Una película al día #123: “El Desvío” (1945)

El Hombre-Yeta

[ por: Andrés Daly ]

Yeta: mala suerte que acompaña a una persona y que afecta no solo a quien la posee sino también a quienes interactúan con esa persona

Al Roberts (Tom Neal), pianista nihilista y de pocas ambiciones, tiene que ser el tipo más miserable y con peor suerte de la historia del cine. Sí, algo así como un súper William H.Macy. Mientras su novia Sue Harvey (Claudia Drake) decide viajar a Hollywood en busca de una mejor vida y un futuro en el canto (Roberts la conoció acompañándola en el piano en un cabaret de poca monta), Al, siempre pesimista, decide quedarse atrás. Al poco tiempo, arrepentido de su decisión y sin un centavo, con una barba de tres días, su traje y viejo sombrero, no tiene otra opción más que ir a dedo por la carretera hasta la ciudad donde lo espera Sue y lo que podría ser un feliz matrimonio con ella. Su vida y lo que Roberts define por “suerte” por fin cambiará. ¿Cómo no lo haría? si él ha decidido cambiar gracias a ella. Eso es lo que Roberts se dice a sí mismo, al menos.

Pero aca es cuando todo se va al diablo. “El Desvío” (Detour) está contada en un largo racconto, y no es ningún misterio, ni le arruino a nadie la experiencia al verla por primera vez, que algo ha tiene que haber salido muy mal al final de esta historia. Terriblemente mal. Nuestro protagonista, con una cara pocos amigos y un carácter explosivo, al inicio de la película está tomando su quinto café en un pequeño local en algún lugar de la carretera y como él mismo nos empieza a contar al narrar el racconto, “que distinta sería mi vida si nunca me hubiese  encontrado esa noche con Charles Haskell”.

Charles Haskell Jr.

I was tussling with the most dangerous animal in the world, a woman.

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Al Roberts

Money. You know what that is, the stuff you never have enough of. Little green things with George Washington’s picture that men slave for, commit crimes for, die for. It’s the stuff that has caused more trouble in the world than anything else we ever invented, simply because there’s too little of it.

¿Cómo puede algo salir tan, pero tan mal?. Un simple aventón en la carretera por un perfecto extraño será el inicio del fin. Un hombre de dinero de apellido Haskell (Edmund MacDonald), físicamente parecido a nuestro pianista depresivo y que no parece llamar mucho la atención –excepto por su buen auto, su buena ropa, su abundante dinero y por unos largos arañazos hechos por una mujer en su mano derecha- sube, generoso, al paupérrimo héroe a su bonito auto descapotable. Luego de unas horas de conversación manejando en la carretera por la noche, y cuando se turnan el volante por primera vez, Haskell duerme en su asiento, llega la lluvia y con ella, el largo sueño del copiloto se vuelve misteriosamente eterno. Con el auto detenido al lado del camino, el pianista trata de levantar la capota del auto para que ambos no se mojen más esa tormentosa noche. Intentando despertar a Haskell, al abrir la puerta el cuerpo inerte de Haskell cae al suelo. Pero no sin antes azotar su cabeza contra una maldita y gran piedra en el camino. ¿Podría alguien creer al decadente pianista, que no asesinó al dueño del auto por su dinero, por todo lo que éste tiene y el pobre diablo no?. «Esto no puede estar pasando» piensa en voz alta el desesperado Roberts.

«El mundo está lleno de escépticos» ¿Quién va a creer la inocencia del pianista Al Roberts (Tom Neal)? 
Todo esto ocurre en racconto. Increíbles cambios de iluminación en escena: de la oscuridad…
…a la luz, con un travelling in/out a Roberts.
Tiempos mejores con la novia que se fue.

Al Roberts

Oh, sure, Phoenix. You look just like a Phoenix girl.

Vera

Are the girls in Phoenix that bad?

La pesadilla sólo se va a acrecentar cuando sea una rubia la que se suba ahora al auto de Haskell/Roberts. Sí, las femme fatale también hacen dedo…¡no la subas!…ah, demasiado tarde Roberts. Vera (Ann Savage, de quien Wim Wenders dijo que estaba dando una actuación 30 años adelantada a su tiempo, con lo que estoy totalmente de acuerdo) sabe más de Haskell de lo que Roberts cree, y lo usará para sacarle una gran ventaja. Que comience entonces el juego de la perversión. Pero ¿hasta donde aguantará el pobre de Roberts?.

Al Roberts (Tom Neal) analizando a Vera (Ann Savage).
La cámara se mantiene fija en Vera por largos segundos. Casi eternos. Silencio…
Un giro rápido de la cabeza lo cambia todo. Vera dice «Sé lo que hiciste». Oh my lord.

Una notable película de bajísimo presupuesto dirigida por Edward G. Ulmer (personalmente creo que hizo un milagro), el mismo director detrás de “El gato negro” (The Black Cat, 1934), una película con Bela Lugosi y Boris Karloff, extrañísima, donde el villano es un Arquitecto cuasi Moderno que tiene una secta satánica en una habitación secreta de su gran vivienda minimalista.

Vera

Life’s like a ball game. You gotta take a swing at whatever comes along before you find it’s the ninth inning.

Al Roberts

You read that somewhere…

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