[ por: Paula González Lorca ]
Walter Benjamin, en su texto «El Autor como productor», afirma que no solo vemos el cine como simples espectadores, sino que este nos interpela, somos intervenidos y transformados por su maquinaria. La arquitectura a su vez, es capaz de crear, recrear, afectarnos y transformarnos a través de las edificaciones que nos rodean y nos contienen.
Al estar ambas disciplinas ligadas al mundo de las imágenes, ambas son afectadas por el proceso de estetización que ha vivido este campo de operación desde la modernidad, y sobre todo actualmente. En el caso del cine, Walter Benjamin en el texto recién señalado habla del poder de estetización de las imágenes que posee el cine, pero principalmente el de crear iconos, estetizar al personaje, pudiendo entonces adoptar un profundo poder político. Pone entonces como ejemplo la imagen de Hitler, que a través de la mediatización de su imagen en el cine, crea un personaje, se rescata así a través de las herramientas del cine, el corte, la edición, el encuadre; la creación de un personaje.
Determinado perfil que daba aun más fuerza a su régimen fascista, de esta manera el político era un actor de cine, y no un tirano, compartía un contexto, y su recepción seria masiva.
Aunque lejanos son los objetivos, o las características, Hitchcock, también es un personaje estetizado tanto por el cine como por la televisión. Como señala el texto de François Truffaut, durante los años cincuenta y sesenta, Hitchcock era sumamente famoso, producto de la publicidad que le había asegurado David Selznick, y las series televisivas, en las que no solo ponía su creatividad, sino además aparecía en pantalla. Se transformaría así en un icono, una imagen reconocible, y estetizada.
La estetización de la imagen está ligada al proceso de proliferación de esta, y la reproducción masiva, pero por sobre todo hoy al exceso de información visual, que deviene de la multiplicación de medios difusores, como la televisión, el cine, o Internet. Provocan muchas veces la pérdida y solvencia de su contenido, quedando solo su exterioridad, la inmediatez de una imagen ante un espectador, anestesiado por el «shock» de la incesante información visual.
Por otro lado, al igual que el ejemplo de Hitler y el cine, o lo que le sucedió a Hitchcock como personaje mediatizado y manipulador de una estética que distinguía su cine; la arquitectura contemporánea es profundamente afectada por el proceso de estetización, un ejemplo de esto, es lo que sucede con los lugares rehabilitados por la arquitectura, un matadero puede ser convertido en una galería de arte, el proceso de estetización realizado por la arquitectura, borra todo lo perturbador que puede desprenderse de un espacio. Es a su vez capaz de re-crear un espacio, dándole otra estética a través de cambios formales; cambian también las situaciones esperables de suscitarse en ese lugar.
La ciudad moderna, es una exacerbación, la preponderancia de la imagen, no es casual, ni inocente, es el proceso de estetización que borra a primera vista todo lo repugnante o incómodo, las preocupaciones éticas son reemplazadas por preocupaciones estéticas, delatando así que ese espacio planteado de determinada forma por su arquitectura, establece la atmósfera del lugar, y el tipo de individuo que habita ese espacio. Hitchcock a través de sus películas demuestra las conciencia de las capacidades de los espacios y la arquitectura, de contribuir a la a la relación entre – concepto- e- imagen- en la construcción de una escena. Por ejemplo en la película «Los Pájaros«, el lugar dondetrascurre la mayor parte de la película, es una especie de paraíso, Bodega Bay, un pueblito en la costa, con hermosos paisajes, es en efecto un signo de tranquilidad, por ende el escenario más acertado para desatar no solo una situación puntual, sino una atmosfera holocáustica. Esta atmosfera, es parte esencial del suspenso, y de generar el terror que se desencadena progresivamente. En una ciudad el efecto sobre la población de una invasión de pájaros no podía ser el mismo, en la ciudad hay catástrofes todo el tiempo.
Otro ejemplo es el de «La ventana indiscreta»; el protagonista está dispuesto sin movilidad frente a una ventana, cada departamento o ventana que tiene frente a él es una historia, él es el espectador de las vidas de estas escenas, a través de lo que mira selecciona, edita la realidad, y procesa una historia bajo su punto de vista. En esta película el cine es el reflejo del cine, la construcción del espacio es la que permite que dentro de este, se armen cuadros o escenas distintas y se tramen varias historias en una. El personaje que mira es intérprete, director y público. Las prácticas espaciales, o representaciones de espacios tanto en esta película, como en otras de este director, favorecen o potencian lo que el director quiere decir, lo que deja claro la conciencia estética del manejo de los espacios. Otro ejemplo es cuando se abordan las situaciones y a los personajes, de manera que el espectador maneje mas información. U otros casos en que el manejo del espacio permiteuna dosificación de la información, como en la escena donde la madre del protagonista encuentra a un hombre muerto atacado por los pájaros en su casa. La cámara muestra primero un plano general del lugar, luego como si fuera la mujer recorre un pasillo, se encuentra con una puerta, y hay una secuencia de por lo menos tres encuadres mas hasta encontramos con el cadáver o el horror. Esta dosificación de la información esta mediada a su vez por las condiciones del espacio donde se presenta la acción.
Otro recurso relacionado con la estetización de la imagen es la elección de sus actrices, la debilidad de Hitchcock por las rubias hermosas, es conocida, la imagen de una mujer hermosa es más fácil de iconizar, transformarla en una imagen reconocible, y representativa de algo que se quiere difundir, en este caso una película. Esto es útil para la publicidad, pero también permite desarrollar el rol de mujer que este director quiere mostrar, mujeres que cautivan y manipulan, con personalidades fuertes, como en el caso de «Psicosis«, la rubia protagonista es una mujer decidida que está dispuesta a todo para lograr lo que quiere. Por ende la elección de estas actrices no es una inocente fijación, permiten que la encarnación de sus características, y generalmente en el final de sus películas la deconstrucción de estos caracteres transformándose en seres abyectos, o dominados. Es un manejo práctico de su imagen, es una táctica estética.
El cine de Hitchcock, es un cine que manipula la estetizacion de su medio con fines claros, lo que podría ser la creación de visualidad sin contenido o sustancia de lo que se le acusó en su momento por la crítica, se evita pues a través del manejo o la construcción de sus películas se comprende la intencionalidad que mueve y arma sus historias. La arquitectura en sus películas, afecta y construye las circunstancias y se relaciona con el modo de ser de los personajes. Las características de la estetización de sus imágenes contribuyen a la difusión y la atracción del público hacia sus películas.
Paula González Lorca, fue alumna del curso Cine+Arquitectura, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad ARCIS, en el año 2007. Actualmente cursa la carrera de Bellas Artes en la misma Universidad. La publicación de su escrito en este sitio forma parte de la difusión de un conjunto de ensayos seleccionados.
Bibliografía
- El cine según Hitchcock, de François Truffaut.
- La anestésica de la arquitectura, Neal Lech.
- El autor como productor, Walter Benjamin
* Título del ensayo, Imágenes y sus descripciones agregadas por 35milímetros.